Por Borís Luis Cabrera
Otra vez los Leones capitalinos, como ha sucedido en siete de sus últimos diez partidos, caen vencidos en el terreno de juego. Una vez más el barco azul hace aguas por alguna esquina y el “Rey” se queda sin herramientas para evitarlo, sin fórmulas efectivas que le permitan salir del atolladero donde se han metido sus huestes industrialistas.
El verdugo de turno: Los Elefantes de Cienfuegos, un equipo que quizás no tuvo el mejor de sus partidos, que bateó cinco imparables menos y que cometió un error costoso en el campo que propició una anotación de sus contrarios, pero que supo llegar al final del desafío con su paso lento y aplastar a los felinos con marcador de 4-3.
Hoy tampoco se pudo escuchar en el estadio Latinoamericano ese rugido violento que tanto extrañan sus fieles. Un Bryan Chi descontrolado (6 bases por bolas en 4.2 entradas de labor), tercero y cuarto hombre en la tanda conectando apenas un sencillo en nueve turnos al bate (Lázaro Emilio Blanco y Stayler Hernández), dos pifias en la arcilla, dos corredores eliminados tratando de anotar en el home-plate, solo tres sencillos en quince oportunidades con hombres en posición anotadora, y diez corredores dejados en bases durante todo el choque; parecen demasiado elementos negativos para someter a un rival de esas características.
Un bambinazo del refuerzo Raúl Valdés con un compañero a bordo en el segundo episodio que redondeó un racimo de tres carreras, parecía demoledor para la escuadra menos ofensiva del campeonato… y así fue.
Los Industriales, no obstante conectar 12 imparables en el trayecto, jamás pudieron alcanzar a sus adversarios y tal vez no les puedan dar alcance a ninguno de sus contendientes en la tabla de posiciones en lo que resta de campaña, aunque algunos defensores a ultranza de su equipo de ensueños sigan enarbolando la bandera del optimismo en los graderíos.
Una rolata por el cuadro de Dayron Blanco que trajo a casa la primera carrera azul en el segundo capítulo, otra parecida de Lázaro Emilio en el quinto que sirvió para empujar la segunda y un rolling saltarín por el centro del terreno del máscara Frank Camilo Morejón que remolcó la tercera en la octava entrada; no fueron suficientes aunque los sureños cerraron su producción desde la misma mitad del partido cuando Juan Miguel Soriano sonó cohete con los ángulos congestionados.
El zurdo Misael Villa aunque toleró nueve incogibles en las 5.2 entradas que estuvo en el box, se las arregló para aceptar solo dos anotaciones y se alzó con el triunfo, mientras que Miguel Lahera, convertido en el mejor cerrador de esta segunda etapa de la serie, logró su sexto salvamento sacando los últimos seis outs del partido sin que le anotaran carreras.
Los rivales se alejan, en medio de tormentas la entrada al equipo el próximo sábado de los cuatro integrantes de la selección nacional pudiera ser una tabla de salvación, no hay más fórmulas. Nos vemos en el estadio.