Antonio Baro lanzador Industriales

Antonio Baró y el “divorcio” involuntario con Industriales

Por: Patricia Escalante

Antonio Baró Flores es uno de los tantos peloteros cubanos que salieron de la isla, en aras de mejorar su situación económica y crecer como profesional del béisbol. A sus 29 años, lucha por tocar el éxito a pesar de intentar casi todo por el deporte que ama.

En el 2015 viajó a República Dominicana en busca de un contrato y empezar el proceso de ascenso hasta llegar a las Grandes Ligas del Béisbol (MLB, por sus siglas en inglés). En este contexto, se fue de Cuba sin tener en cuenta las trabas venideras antes de alcanzar su objetivo. Según lo que el mismo declaró para el medio Swing Completo, «el camino fue complicado, cruzar la frontera Haití – Dominicana y quedar retenido cuatro días por el departamento de emigración de ese país fue de las primeras experiencias que viví».

“No significa pensar solamente en función del béisbol, porque antes hay que encontrar una persona que esté dispuesta asumir tu preparación de cara a conseguir un contrato en la Gran Carpa. Es un negocio, y si no hallas al indicado, con los contactos precisos ves como tu mayor anhelo se aleja”, relató Baró para el citado medio.

Baró aseguró que su familia siempre lo apoyó, en especial su padre, quien ha sido sostén principal. “Él lo convenció de regresar a Cuba e intentar superar sus resultados dentro de la Serie Nacional utilizando las habilidades y conocimientos que adquirió durante años”.

“Retorné para la Serie 56 cuando Javier Méndez estaba al mando de los Leones, y en ese momento la dirección del béisbol no tenía claro cómo proceder con quienes habíamos vuelto de estar una temporada fuera del país. Pero el manager decidió arriesgarse y me designó como lanzador del primer juego y esa vez propiné 15 ceros consecutivos”, afirmó Baró.

En la temporada 56, con la condición de abridor, Baró tuvo la oportunidad de lanzar en cinco juegos. De ellos se llevó la victoria en dos y el fracaso en una ocasión. Por aquel año registró un promedio de carreras limpias de 3.04 en un total de 80 entradas sobre el montículo y además, propinó 17 ponches y nueve bases por bola.

Antonio Baró vistió la camiseta de Industriales por última vez en la Serie 58. Foto: Tomada de Cubalite

“Para la 58 volví al elenco de la capital, aunque aproximadamente en la subserie número siete tuve mi última actuación en esa temporada. Sin ninguna razón el entrenador de pitcheo, José Elosegui, me bajó de la lomita contra Pinar del Río en el quinto inning de un partido que estaba empatado a cero y solo me habían dado un tubey. Nunca comprendí cuáles fueron las causas, pero para mí se terminó la contienda ese día”, explica Baró en exclusiva para Swing Completo.

Ese corto lapso le permitió 23 imparables frente a 77 bateadores confrontados, mas no pudo llevarse ningún triunfo para los Leones. Sobre lo sucedido añadió: “cuando ya pasábamos del partido número 60 me exigieron que saliera a calentar como es costumbre en la quinta entrada, pero yo ese día estaba un poco resfriado y decidí no hacerlo, si de todos modos no me iban a poner a lanzar”.

Según declaraciones del atleta, este hecho condujo a un consejo disciplinario que concluyó con la dirección pidiéndole entregar la camiseta debido a su bajo rendimiento. Aunque no tuviese la culpa de los resultados, pues no lo ponían a lanzar. Luego de otro análisis se reafirmó la medida, dejando esclarecido que estaba dispuesto a volver aun siendo evidente que la dirección no le quería dentro del equipo.

“Opté por irme a jugar a la Isla de la Juventud para la temporada 60, allí estuve durante el tiempo de preparación y me acogieron de maravilla. El impedimento comenzó a ser la transportación marítima hacia La Habana, porque yo viajaba los fines de semana para ver a mi hijo y ayudar a mi padre en los negocios, por lo cual me convencí de no jugar ese año y esperar por una nueva oportunidad”, comenta Baró sobre el año siguiente luego de mantenerse en el mismo cuerpo técnico y tomar la alternativa de pedir la liberación hasta que hubiese un cambio de autoridad.

A su historial de trabas profesionales se suma la carta de liberación por parte de la dirección del béisbol en la isla que jamás llegaría, pues Antonio Baró nunca fue miembro oficial del equipo; situación que lo alejó una vez más de los terrenos de la pelota por un año. Este hecho impidió de lleno que participara en la Serie Provincial con su equipo de Marianao.

Luego de enfrentar dificultades como la eliminación del certamen provincial debido a la covid-19, la negativa a aceptar otro pitcher en el equipo azul y la disparidad de tiempo entre los intereses de las autoridades y los suyos, Baró se integra al equipo de Mayabeque.  En este contexto, su participación en la Serie 61 se verá mediada por los Huracanes, en cuyas filas lucirá el año próximo la camiseta roja.