A menos de un mes de iniciar el máximo evento del béisbol en Cuba es de relevancia analizar las posibilidades del equipo azul a través de su cuerpo de pitcheo.
Un equipo que, como me confesara Sandy Menocal, versátil infielder que lucha por la titularidad al inicio de la Serie, aspira a quedar campeón, por lo que debe basar gran parte de su trabajo en los serpentineros.
Para nadie es secreto que las bajas sufridas en esa área fueron dolorosas, al tratarse de peloteros jóvenes que podían garantizar un gran rendimiento durante al menos una década.
El estelar abridor, Bryan Chi, pícher número uno de la rotación abridora y uno de los talentos más importantes del país, y Andy Rodríguez, lanzador con una recta poderosa y líder de los relevistas en la capital, fueron las bajas más notorias del pitcheo azul.
Obviando esto, considero que con las nuevas adquisiciones para la temporada 61 se conformó un grupo sólido y equilibrado, capaz de ser el referente del equipo. La ofensiva siempre ha sido puntal y ahora no será la excepción, con hombres como Alomá, Torriente, Peñalver y Barcelán, entre otros, no decaerá la producción, pero aún así confío en que el pitcheo no haga menos que acompañar ese rendimiento.
En los juegos de preparación efectuados hasta el momento se demostró la eficacia del elenco, en nueve juegos efectuados han permitido 31 carreras, algo más de tres por cada nueve innings de actuación.
Estos números por encima de la media de nuestro torneo nacional hacen presagiar una temporada dulce para la batería de pícher y cácher industrialistas.
Retomando las incorporaciones a la preselección de la manada, resaltan nombres como los de Raymond Figueredo, Marcos Ortega, Pedro Álvarez, David Mena y Erick Christian González. Esto, sumado al aporte de viejos conocidos como Eddy Abel García, Elder Modal y Pável Hernández avisora una buena mezcla para el éxito.
El team de abridores pudiera estar integrado a mi parecer por Maykel Taylor, Marcos Ortega, Pedro Álvarez, Erick Christian González y Remberto Barreto.
Ortega regresa después de su paso por República Dominicana y pudiera asumir dicha responsabilidad si Carmona y su cuerpo técnico lo estima conveniente, Taylor ya desempeñó ese papel en la recta decisiva de la pasada contienda y Álvarez es uno de los mayores talentos espirituanos que ahora, luego de ser refuerzo, eligió vestirse de azul.
Mientras que Erick Christian ya ha sido utilizado en esa función durante la pretemporada y el casos de Barreto pudiera ser un quinto abridor o un relevista largo de lujo.
En el apartado de los relevistas, sobresalen el veloz Raymond Figueredo, quien regresa de su paso por academias en Dominicana y supera cómodamente las 90 mph, y David Mena, quien se convirtió en la principal carta del bullpen matancero la pasada temporada y superó la docena de salvamentos. Entre ambos tratarán de llenar el hueco que dejó Andy Rodríguez como cerrador de la Industria.
Otros nombres propios en el relevo lo constituyen Héctor Ponce y Juan Xavier Peñalver. En mi modesta opinión, existe un equilibrio apreciable entre abridores y relevistas pero me inclino por los apagafuegos como principales protagonistas bola en mano.
Un aspecto a tener en cuenta es la necesidad en los últimos tiempos de lanzadores zurdos, algo de lo que ha adolescido la capital. En ese sentido Julio Rodríguez y Gian Palacios tratarán de imponer su ley. Este último tiene la curiosa anécdota de haber formado parte de tres preselecciones diferentes en los últimos años.
Juntos ofensiva, defensiva y pitcheo deberán responder para darle el alegrón al pueblo de La Habana. Esperemos un juego armónico por parte de los reyes de la selva, donde gobernarán con velocidad y control en sus envíos.
Por: Embarek Miguel El-Bah Valdés