En palabras para Cubalite, Michel Ford relata que sus comienzos en el béisbol fueron a la edad de 8 años en Artemisa. En 1993 participó en el Campeonato Mundial Juvenil en Canadá, donde resultó campeón del evento. Nombres como Liván Hernández, Ciro Silvino Licea, Michel Abreu, Vaisel Acosta y Juan Carlos Moreno lo acompañaron en la gesta.
“Mi debut en Series Nacionales fue extremadamente difícil, porque tenía delante a peloteros con mucha experiencia y calidad, como Romelio Martínez, Juan Antonio Torriente, Gerardo Miranda, Luis Ignacio González y Juan Carlos Millán”. Apuntó sobre sus comienzos con los Vaqueros de La Habana, donde con Pedro Luis Rodríguez llegó a ocupar la responsabilidad de ser el quinto bate del equipo.
En el año 2000 quedó fuera del representativo habanero, luego de haber sido importante en el anterior play off contra Pinar del Río. Con la carta de liberación integró la selección de Metropolitanos, y su buen rendimiento lo impulsó al Juego de las Estrellas. Ese año el equipo ganador del juego acudió a Venezuela, pero por problemas de visado no pudo hacer el viaje.
“Un año me dijeron que si volvía a rendir con los Metros haría el grado con los Azules. Luego vi como subían a otros compañeros míos y a mí no, no sé si fue por mi carácter o por otra razón. Me duele todavía no haber podido jugar con ese equipo emblemático, porque todo el mundo tiene metas y la mía cuando llegué a la capital fue jugar algún día con ellos”, comentó a Cubalite sobre el sueño frustrado de vestir la chamarrerta de los Industriales.
Ford, igualó un récord en 2003 jugando para los Metros, disparó jonrón durante 6 días consecutivos. En 2007 deja de jugar béisbol, en gran parte porque rindiendo a plena forma no logró integrar Los Leones ni el equipo Cuba, cosas inexplicables que pasan con diferentes peloteros en nuestro país.
“(…) los directivos deportivos tienen que velar más por los atletas retirados, no solo del béisbol, sino de otras disciplinas, porque hay muchos casos de personas olvidadas y el ejemplo más cercano es el de mi gran amigo Pedro Arozarena, con una situación crítica en el Mariel”, explicó más adelante.
Sobre qué ocurrió en su vida después de jugar béisbol reveló: “En 2007 comienzo a trabajar en Habaguanex, como recepcionista de visitantes del turismo. También he ayudado a diferentes categorías inferiores aquí en San Miguel del Padrón y asesoro a mi hijo pelotero”.
Por: Embarek Miguel El-Bah Valdés