Por Alejandro M. Abadía Torres/ @aleabadia97
Entre las peleas más recordadas de la pelota cubana figura la tristemente célebre bronca entre Industriales y Sancti Spíritus, protagonizada por el desencuentro entre Lisbán Correa y el lanzador Yanier Sosa. Esto sucedió durante los cuartos de final de la postemporada del año 2010, correspondiente a la 49 Serie Nacional de Béisbol.
El 28 de febrero de ese año, los azules de la capital y los gallos del Yayabo enfrentaban el segundo pleito de un play off que marchaba favorable a los leones con una victoria. Con sede en el estadio José Antonio Huelga, los locales llevarían el duelo empatado al Latinoamericano y así sucedió.
Los espirituanos se encimaron sobre los giraldillos y mantuvieron la voz cantante durante todo el partido, hasta que en el noveno inning sucedió el desagradable acontecimiento. Un lanzamiento descontrolado de Sosa provocó la explosión de Correa, quien persiguió al monticulista hasta lo profundo del jardín central cuando, al unísono, se vaciaron las bancas de ambos elencos.
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En un espectáculo tan desagradable como inesperado, la situación entre los equipos Industriales y Sancti Spíritus logró calmarse, pero a costa de una desenfrenada trifulca entre los leones y los agentes del orden público de esa provincia. De manera que lo que empezó como un desencuentro entre dos jugadores, terminó como una riña tumultuaria entre peloteros y policías.
La situación se cuestionó en aquel momento y todavía hoy se recuerda con desprecio debido al actuar de los “guardianes del orden”, quienes arremetieron contra los atletas de Industriales, como si se tratase de animales.
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