Wilber de Armas

Wilber de Armas: “Me gustaría que reconocieran todo lo que hice bien”

Por: Gianluca Hernández

El otrora jugador de cuadro de los equipos Metropolitano e Industriales, Wilber de Armas, en la actualidad es uno de los atletas más infravalorados y atacados por la afición capitalina.

Desde pequeño los tropiezos se hicieron presentes en la vida de Wilber. A sus nueve años tuvo que desplazarse para La Lisa porque en su municipio,  Marianao, no lo aceptaron por su baja estatura.

En entrevista con el medio Swing Completo declaró que en La Capital incluso lo tildaron de traidor por ir de coach para un equipo que dirigió Víctor Mesa. Pero para él la falta de agradecimiento institucional es uno de los causantes de las decepciones que sufrió.

El ex segunda base capitalino declaró que hubiera querido pasar por la “pirámide”, pero que en aquellos años habían muchos buenos peloteros y pasar por el proceso de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) y Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) resultaba difícil.

Wilber desmiente el mito de que entre Metropolitanos e Industriales la rivalidad era extrema y afirma que incluso estos partidos tenían menos presión por lo bien que se conocían ambos equipos.

Confirma que cuando abandonó la pelota para dedicarse al softbol los jugadores de Metros querían que regresara, pero el cuerpo directivo no quiso.

Por varios años la decepción formó parte de su experiencia personal y aunque los detractores lo persiguieron durante toda su vida deportiva, gracias a su esfuerzo pudo hacerse un nombre en él ya desaparecido equipo de Metropolitanos.

Durante cinco años de Armas portó el gafete de capitán de Metros, además de ser campeón de la primera Copa Revolución con Santiago de Cuba al ser seleccionado como refuerzo e integrar la escuadra cubana que fue campeona en un torneo de Rotterdam.