Alberto Castillo Betancourt es un habanero que labró su camino a las Grandes Ligas a base de esfuerzo. Quince años fue el tiempo que demoró luego de su deserción del equipo Cuba para llegar a la mejor liga del mundo.
Con apenas 18 años participó en el Campeonato Mundial Juvenil de 1993 con sede en Canadá, situación que aprovechó para quedarse en territorio norteamericano. En esa lid compartió equipo con sus similares Ciro Silvino Licea y Liván Hernández.
En 1994, en la tercera ronda del draft para jugadores aficionados, fue seleccionado por los Gigantes de San Francisco. Lanzó por tres temporadas en Ligas Menores para dicho equipo, y en el 98 pasó a los Yankees. Un año después los Medias Blancas lo liberaron durante la pretemporada.
CON TRES JUGADORES DE LA HABANA: Mayabeque hizo oficial su equipo a la Serie 61
Desde 1999 comenzó su andar por ligas independientes de béisbol hasta 2007. Aunque alternó sus pasos en el 2001 por la clase A+ con los Tampa Bay Rays y en 2004 por la Liga Mexicana con los Tuneros de San Luis Potosí.
Según la publicación de la revista digital Cubalite en 2008 cumplió el deseo de debutar en La Gran Carpa. Relevó en un partido de los Orioles de Baltimore frente a los White Soxs. Trabajó por tres campañas en el máximo nivel donde también jugó con los Diamondbacks de Arizona, acumuló 79 desafíos como relevista, tres victorias y un promedio de efectividad de 4.33.
INÉDITO: La versión de Guillermo Carmona que muy pocos recuerdan
Castillo se relacionó con nueve organizaciones del sistema de Grandes Ligas en su longeva carrera. También tuvo resultados a la ofensiva, pues hasta 2016 como inicislista disparó 27 jonrones, 58 dobles e impulsó 162 hombres para el plato.
Con información de Cubalite
Por: Embarek Miguel El-Bah Valdés
