Por: Rafael Armada
En una entrevista brindada a la revista cubana Play-Off Magazine, Rey Vicente Anglada concedió detalles de su vida y carrera deportiva, en la que, a pesar de haber sufrido experiencias como la cárcel y el olvido, encontró refugio en la familia y sus Industriales, aferrándose a la felicidad que le brindaban.
Se catalogó como un ¨muchacho explosivo¨ que desde pequeño aprendió en casa valores como el amor a la familia y la educación formal. ¨Vivíamos en un barrio bastante difícil y quizás por ello trataron de darme la mejor educación¨, confesó a Play Off.
Declaró que era amante del fútbol, sin embargo, la cercanía del estadio Latinoamericano y jugar a las cuatro esquinas, influyó en la inclinación por el beisbol. Además en la entrevista señaló que cuando llegó a Industriales por primera vez, lo hizo en calidad de reserva de la mano de Pedro Chávez, y ante la lesión de Germán Águila.
Entre suplencias y poca regularidad estuvo marcado su inicio en el pasatiempo nacional. Para él, Industriales siempre fue una referencia dentro del beisbol cubano y destacó la capacidad del equipo para llenar estadios, conocer el beisbol y jugarlo bien, teniendo fanáticos y detractores, algo que siempre ha sido parte de la historia azul.
Precisó que la principal diferencia entre la pelota de los años 70 y el actual, pudiera estar dada en la falta de entrega por parte del talento joven. Antes se vivía más rivalidad, la gente luchaba mas por la camiseta, dijo a Play Off.
Anglada mostró las ganas de haber jugado en grandes ligas, al más alto nivel, aseguró que hubo ofertas muy buenas pero nunca se decidió por el temor de dejar atrás a su familia.
Con respecto a la supuesta venta de juegos, declaró que algo nunca lo entendió y que la vida se ha encargado de darle la revancha a golpe de talento y buenos resultados. “En aquel momento se veía mal que jugara como lo hacían los profesionales (…) en ese entonces los profesionales estaban como demonizados”, explicó a Play Off.
A pesar de las puertas que fueron cerradas al estelar capitalino luego de las situaciones negativas que acontecieron en su vida, siempre tuvo el apoyo de sus seres queridos. Explicó además, que incluso por un tiempo trató de olvidar todo lo relacionado con el deporte de las bolas y los strike.
Hizo una vida normal, trabajaba y jugaba los fines de semana en ligas de veteranos. Hasta que sin imaginarlo fue llamado por las autoridades de la provincia para dirigir el equipo de Industriales, algo que lo tomó un poco de sorpresa, pues nunca antes lo tuvo en mente.
Pasó más de 20 años sin estar vinculado al beisbol en la capital, y esa primera experiencia como le resultó compleja, debido al choque generacional. Ese año terminó con el error de Enriquito Díaz, suceso ante el cual Anglada mostró siempre su apoyo al deportista capitalino.
Rememoró en la entrevista otros recuerdos relacionados con esa etapa de su vida como los juegos ganados en el estadio Guillermón Moncada y sobre dirigir el equipo Cuba, destacó las buenas relaciones con los peloteros involucrados en las nóminas.
Buscando el por qué de su retiro, señaló que la principal causa fue el desgaste, la lejanía con la familia, los problemas que conllevan ganar o perder un juego para las personas cercanas, que eran señaladas al salir a la calle.