Hoy se presentó por fin la escuadra del equipo insignia de la pelota cubana: Industriales. En consecuencia a esto resulta provechoso saber quién es la víctima favorita del equipo azul. Válido resaltar que para realizar este cara a cara se tomó como punto de partida la Serie Nacional de Béisbol número 61, porque es la primera donde se presenta este formato de 16 equipos.
Los Elefantes fueron una franquicia que durante el beisbol profesional en Cuba tuvieron un éxito rotundo. Su cede era en La Habana y se suele confundir con el equipo actual de Cienfuegos que nada tiene que ver con estos ya que en aquel tiempo no existía esta provincia, solo un municipio con ese nombre. Los que heredaron esta mascota y el nombre del equipo en el beisbol amateur luego del año 1959 no han tenido la misma suerte y ni siquiera han alzado un cetro.
En contraparte está su verdugo por excelencia; Industriales, quien es el máximo ganador de los clásicos beisboleros cubanos con doce coronas. La «Industria» ha mayoreado con comodidad a Cienfuegos y le ha ganado en 162 ocasiones, mientras que los del centro del país solo han superado a los habaneros en 95 encuentros. Solamente Villa Clara supera a Los Leones en este apartado y es que ha vencido sobre Las Tunas 177 veces.
No podía ser de otra manera y el mejor equipo de Cuba aparece en dos ocasiones en esta lista publicada por el sitio web de la peña Martín Dihigo. Los Piratas de la Isla de la Juventud tienen como mejor resultada la medalla de plata en la SNB número 54. Pero ni siquiera este reconocible logro, por su fatalidad geográfica sobre todo, impide que La Nave Azul haya saqueado a estos piratas en 158 oportunidades contra 70 de La Isla.
En esta edición número 61, Guillermo Carmona, sel cuerpo técnico y sus jugadores no deben pensar en estos récords para nada desdeñables. Solo en hacer el partido a partido y vencer metas hasta llegar al resultado final anhelado. Quizás cuando “tiren para atrás el casete” estos dos apartados se engordaron aún más y la pesadilla de Elefantes e Isleños continúe.
Por Gianluca Hernández León