El béisbol cubano se caracteriza por jugarse caliente y atacar fuerte las almohadillas, más si de Play Off se habla o de duelos cara a cara entre los equipos insignia del béisbol antillano.
Un ejemplo de esto fue el partido celebrado en el parque Latinoamericano entre los equipos de La Habana y Camagüey en la Serie Selectiva del año 1989.
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Aquella noche se enmudeció el Coloso del Cerro tras presenciar un golpe fuerte a uno de sus atletas, que llegó a causarle una convulsión y automáticamente hubo que socorrerlo en camillas.
Se trata de Luis García, antiguo jardinero de los equipos Habana desde 1983 hasta el 2000. Ante un batazo profundo a la pradera central el jugador capitalino dobló por la segunda base con perspectivas de llegar a la antesala. Hecho que evitó el jardinero adversario y el corredor se deslizó en tercera.
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Esto provocó a García un fuerte golpe que repentinamente le causó un ataque de epilepsia. La afición quedó muda ante aquello, pero gracias a la asistencia del cuerpo médico y un compañero de equipo que brindó los primeros auxilios no pasó a más aquella terrible experiencia
Muchos medios afirmaron en aquel momento que el jugador padecía de epilepsia, y aunque no hubo total seguridad respecto, fue noticia por todo el país.
Todos los presentes aquella noche recordarán ese momento que tuvo que sufrir este capitalino, esa vez, cuando el león se sensibilizó y más allá de rugir, el pánico se propagó por todas las gradas del Latinoamericano.
Por Ransel Masso