Cuando muchos ya lo daban por vencido y especulaban acerca de un posible fin de temporada, Yulieski Gurriel lo volvió hacer, calló bocas y fue fundamental en la victoria de los Astros de Houston en la noche de este 8 de julio.
Luego de dos juegos sin figurar en el roster titular de su franquicia, el espirituano regresó a la alineación para demostrar que aún hay Yuli para rato. Sus víctimas fueron los Atléticos de Oakland, quienes sufrieron una derrota de ocho anotaciones por tres.
«El Piña Power», como también se le reconoce, recuperó la regularidad dentro del staff como custodio de la primera almohadilla y ocupando el sexto puesto. Posición que le bastó para conectar par de indiscutibles e impulsar una carrera.
Para el cubano, que vistió la camiseta de los Industriales por dos temporada (entre 2014 y 2016), fue una noche productiva. Despachó su tubey número 24 de la temporada y ahora se ubica cuarto lugar de ese departamento en la Liga Americana.
Además, tuvo una oportunidad de oro para recordar, a los que ya auguraban el declive de su carrera deportiva, que a pesar de sus 38 años continúa siendo un jugador excepcional. Aprovechó la séptima entrada, o el llamado inning de la suerte, para pegar indiscutible y con dos out en la pizarra trajo a uno de sus compañeros para el home play.
Con esta actuación Gurriel aumentó su average ofensivo a .233 y su cantidad de hit a 64. Por lo que ahora acumula 798 imparables, desde que juega en Grandes Ligas, y está a dos de convertirse en el jugador número 22 de Astros en llegar a la poderosa cifra de 800, significando así el cubano número 24 que lo podría lograrlo.
Por Aylet Morales