AGUSTÍN MARQUETTI: «Me hubiese encantado llegar a los dos mil hits»

El ex pelotero de los equipos Industriales y Cuba Agustín Marquetti, hace más de diez años tomó la decisión de abandonar la isla para irse hacia los Estados Unidos, lugar donde residen su hijo y nietos desde inicios del siglo actual.

Allá comenzó una nueva vida, en la que los terrenos de beisbol no eran parte de su día a día. Según contó durante su visita a la isla, en el pasado mes de mayo, en un inicio intentó continuar desempeñando la función de entrenador que cumplió en La Habana, poco después de su retiro.

«Mi hijo si abrió una academia de beisbol allá, pero solo estuvimos trabajando tres o cuatro meses. Sucedió que como nosotros no tenemos hábito de dinero, cobrábamos por 12 clases solo cien dólares. Estábamos con tarifas muy por debajo al resto, que por una hora recaudaban 40 o 50, y teníamos más de cien muchachos entre siete y 15 años», comenzó explicando.

Eso provocó que los boicotearan porque estaban desarmando las demás academias y como muchos de los dueños de estas escuelas no han practicado beisbol, a diferencia de ellos, la preparación que recibían sus alumnos era mejor.

Sin embargo, los atletas comenzaron a irse y ya no les alcanzaba para pagar la renta del lugar, porque tenían alquilado un terreno del Estado, y su hijo decidió cerrarlo. «Lamentablemente no hemos podido darles un seguimiento a esos muchachos, perdimos el vínculo con la mayoría», añadió.

Su rutina actual se reduce a ver televisión, jugar dominó y si un día algún padre le llama para que enseñe a su hijo algo de pelota lo ayuda. Porque lo que él motivo dorsal 40 de los Leones de la capital le emseña a un muchacho en tres horas, confiesa que, en la institución deportiva se demoran ocho.

Ante la pregunta de: ¿Todavía se mantiene activo en el deporte? Contó que no. Él asiste a los topes de softbol, en los que se reúnen muchos de los que jugaron en su etapa activa en Cuba, como invitado, pero ya no juega. «Yo tengo un problema en la rodilla que me tuve que operar hace unos años, por eso ya no puedo estar en el terreno», justificó.

Tales encuentros le han permitido reunirse con algunos beisbolistas cubanos como el Orlando “El Duque” Hernández, José Dariel Abreu, Yasel Puig, René Arocha, Pedro Medina, Javier Méndez, Kendrys Morales; casi todos de Industriales, explica orgulloso.

Ante esta respuesta era inevitable conocer ¿qué representó Industriales para Agustín Marquetti? «Fue algo muy grande para mí. Cuando yo me fui de Cuba les decía a las personas de aquí que Industriales era como decir los Yankee de Nueva York allá, que es el equipo al que todo el mundo quiere jugar contra él y ganarle», aseguró.

«Yo tuve la suerte de llegar al principal equipo de la capital y ganar la serie ese año, así como dar ese famoso jonrón antes de retirarme y quedar campeones luego de 13 años sin ganar. Eso para mí fue muy importante», dijo más adelante.

¿Qué le quedó por hacer en el beisbol cubano?
«Desgraciadamente cuando uno es joven no escuchan a los viejos, y así me sucedió. Me hubiese encantado llegar a dos mil hits, algo que hubiese logrado jugando dos temporadas más. Pero me quedé con la satisfacción, de como se dice en el argot beisbolero, decidí un campeonato, algo que van a pasar los años y la gente se va a recordar».

Además, confiesa haber tenido la suerte de que cuando ya no exista la gente va a seguir hablando de Agustín Marquetti. «A mi casa vino un niño, que por supuesto no me vio jugar, pero la familia le habla de mí, y ahora dice que quiere ser pelotero como yo. Eso me hace sentir millonario de pueblo, aunque también me hubiese gustado ser millonario de billete», bromeó.

De acuerdo con él le gusta hablar con los peloteros que están empezando una carrera deportiva para aconsejarlos. Yunier Escobar, “El gambao”, fue uno de ellos y pudo jugar en Grandes Ligas como diez años y «bateaba bien», dijo. «Pero desgraciadamente los jóvenes no escuchan a los mayores y fue muy problemático, algo que en Estados Unidos no se tolera, hay que ser disciplinado», declaró.

«Un caso similar es el de Yasiel Puig que tiene las condiciones para ser el mejor pelotero del mundo, tiene buen brazo, fuerza al bate, corre bien y es tremendo fildeador; pero es conflictivo. Ahora nadie lo quiere y tuvo que irse para Asia a jugar por un millón de pesos, cuando pudiera estar ganando 30 por temporada, dijo el estelar ex jugador.

Acerca de la Asociación Profesional de Peloteros Cubanos manifestó que eso se ve desde un punto de vista, si se quiere, político y esa es la principal traba. Si se arma un equipo Cuba con los peloteros que están allá (en otras ligas) sería increíble, porque son muy buenos. Todos sus rivales temblarían.

«Las posibilidades de que eso se concrete están bastante lejanas, pero yo pienso que a la larga, con el paso del tiempo todo se arregla. En mis tiempos a nadie le pasaba por la cabeza que un pelotero que abandonara su selección podría regresar a Cuba, eso ya sucede hoy. Yo soy de los que creo que el tiempo arregla todo», explicó.

También añadió que «hayy que ser realistas ¿Cuántos de los que están en Cuba puede ganar en un torneo internacional? Yo creo que ninguno, sin embargo, si se hace una selección con los que están allá es muy diferente, y lo mejor es que la mayoría están dispuestos a hacerlo», finalizó diciendo.

Marquetti fue de esos peloteros que obtuvo reconocimientos, en su época, por su fuerza al bate y su habilidad con el guante en la inicial. Además, su vínculo con las principales autoridades hicieron que se convirtieran en alguien incapaz de pensar en un Equipo Cuba diferentes.

Hoy la situación es totalmente diferente y hasta él reconoce cuanto necesita la selección nacional relacionarse con un beisbol diferente, para así pensar en un buen resultado a nivel internacional.

Por Aylet Morales