Quizás la frase más popular para normalizar dos pequeños tropiezos es que a la tercera va la vencida, y ese pareció ser el lema de este sábado para José Barrero en su encuentro contra los Milwaukee Brewers.
El parador en corto, luego de irse dos partidos en blanco, pegó su primer imparable esta temporada con un enorme homerun. Después de siete turnos en los que había sido retirado consecutivamente, incluidos tres ponches.
Barrero se paró en el home plate con corredor en segunda base y decidió que era el momento exacto para por fin a la mala racha. En cuenta de 1-1 el habanero conectó una sinker de 94 MPH y la depositó del lado de allá de la cerca por el center-field por los 400 pies de distancia, bateando así no solo su primer hit de la temporada, sino su primer cuadrangular en su corta carrera de la MLB.
Sin embargo, Barrero aún tenía para más y en su próximo turno al bate abriendo tanda, tras recibir dos bolas malas, volvió a hacer contacto con una sinker a 88 MPH y desapareció la pelota por el left-center por los 390 pies. Con su jonrón en solitario colocaría el marcador del partido 5×3 y a la postre los Cincinatti Reds ganarían.
En el cómputo general, el infielder cubano bateó de 4-2 en el encuentro, con dos HR que le aportaron dos anotadas y tres empujadas. Algo que sin dudas, de mantener este rendimiento como una constante, pudiera significarle un puesto fijo en el lineup de los Reds, los cuales no tienen mucha profundidad en la posición del campo corto.
Por Enzo Benítez
